Video del Pregón Semana Santa Ávila 2022
Celebrado el 24 de marzo 2022 - 20:00 horas
Pregón a cargo de : Dª Sonsoles Sánchez-Reyes Peñamaría
Actuación musical: Camerata Abulense con el organista de la S.A.I Catedral D. Francisco Javier López García
Lugar: S.A.I Catedral del Salvador Ávila
"Dª Sonsoles Sánchez-Reyes Peñamaría":
es doctora en Filología Inglesa y Licenciada en Derecho. Su actividad profesional la desempeña como profesora del departamento de Filología Inglesa de la Escuela de Educación y Turismo de la Universidad de Salamanca en Ávila, una tarea que siempre ha compaginado con su responsabilidad como concejal del Ayuntamiento de Ávila.
En la mañana de ese día, el Prior de los Carmelitas abulenses pronunciará el Sermón de las Siete Palabras en la iglesia de San Ignacio de Loyola, antiguo Santo Tomé, para reflexionar sobre las últimas exclamaciones de Cristo, agonizante en la cruz: perdón, fe, amor filial, angustia, sed, sacrificio, entrega. Es la naturaleza humana del Hijo de Dios que exhibe toda su grandeza ante los ojos del mundo, ante los ojos de Ávila. Camerata Abulense pone voz a la solemnidad del momento.
Son las tres de la tarde. El velo del templo se rasga. Ávila llora y siente que su corazón se rasga con él. "El cielo se abre sobre ella como la palma de la mano del Señor", dice Miguel de Unamuno.
Al caer la tarde del Viernes Santo, la Procesión de la Pasión y Santo Entierro del Real e Ilustre Patronato de Nuestra Señora de las Angustias y Santo Sepulcro vela la pena inconsolable de la Virgen Dolorosa. Es la negra sombra de la desolación, el desamparo de la Madre que tantas veces acogió al Hijo entre sus brazos amorosos, la última ya exánime, en el Descendimiento. La Cruz Desnuda, El Prendimiento, Nuestro Padre Jesús Nazareno de Medinaceli, Santísimo Cristo de las Murallas, Nuestra Señora de las Angustias, Santo Sepulcro y Virgen Dolorosa, emanan de la Catedral como lágrimas de los ojos del que Baroja llamó “huraño edificio guerrero y religioso”, y en su recorrido hace su entrada el Real e Ilustre Patronato de Nuestra Señora de las Angustias y Santo Sepulcro en la iglesia de San Ignacio de Loyola.
El Sábado Santo, Nuestra Señora de la Soledad sale de la iglesia de San Pedro Apóstol, camina entre las Damas de su Cofradía envueltas en sus mantillas, ve la Cruz Desnuda que parece el final de sus desvelos, y en el Mercado Grande se hace silencio, ante la inmensidad del sufrimiento de aquella Madre. Plegarias en la Ermita del Humilladero dan forma a la oración de un Ávila entera que también es madre.
“¿Por qué buscáis entre los muertos al que vive? No está aquí, ha resucitado”. Ávila se llena de gozo, el final de la Cuaresma la ilumina con esa luz que sólo ella sabe arrancarle al cielo, mientras ve el sepulcro vacío al despuntar el Domingo de Resurrección. El Santísimo Cristo Resucitado y Nuestra Señora del Buen Suceso parten exultantes de la iglesia de la Sagrada Familia en la Procesión del Resucitado organizada por su Cofradía y es entonces cuando Ávila reconoce que tamaño dolor ha merecido la pena, que el Agnus Dei ha tenido que morir para que todos vivamos para siempre. Tras entrar en la Ermita del Humilladero, prosiguen hasta la Ermita del Resucitado. Es la fiesta popular, la romería tradicional con la dulzaina y el tamboril, la subasta y los cohetes, las flores, las torrijas y el hornazo regados con limonada, en familia y con amigos, momentos de compartir y convivir, de añorar a seres queridos que participaron muchos años y han partido al Cielo para vivir ya siempre la Pasión allí junto al Señor.
Ese día, Ávila siente que resucita con Cristo a la Vida. Queda por delante un ciclo de un año en el que la Junta de Semana Santa trabajará con denuedo, junto a los miles de abulenses que componen las Hermandades, Cofradías y Patronatos, para hacer realidad de nuevo el ensueño de añadir un año más a una tradición varias veces centenaria.
Y a la ciudad, en ese momento, se le revela por fin, con claridad, por qué siente de esa manera tan especial, tan genuina y honda la Semana Santa: Ávila tiene vocación de ser eterna y de elevarse hasta el cielo.
Muchas gracias.