No se trata de la representación de Cristo Yacente, sino más bien de ofrecer el sepulcro en el que Cristo permaneció durante los días anteriores a la Resurrección. Por eso conforma el paso en una urna de cristal, que es portada en andas, en cuyo interior se encierra el cuerpo muerto de Cristo y que recibe el nombre de “Santo Sepulcro”.
El conjunto fue concebido para ser colocado en el Monumento de jueves Santo que se montaba en la parroquia de Santo Tome el Viejo y posteriormente, en la noche del viernes Santo realizar con este paso la procesión del Santo Entierro. Pertenecía en su origen a la Cofradía del Santo Sepulcro, con sede en la citada parroquia.
Es una talla del siglo XVII de autor anónimo. Actualmente pertenece al Patronato de Nuestra Señora de las Angustias y Santo Sepulcro desde el año 1899, tras la fusión de estas dos Cofradías. Durante 100 años estuvo al culto en la iglesia de Santo Tomé el Nuevo, pasando en el año 2000 a la capilla de “las Cuevas”, en el claustro de la catedral abulense fuera de culto. Hace cinco años volvió de nuevo a recibir culto en su anterior iglesia, conocida actualmente como San Ignacio de Loyola