Terminada la Cena, Jesús se dirige con sus discípulos al huerto de Getsemaní. Esta imagen representa a la figura de Cristo, cuya humanidad se siente totalmente abatida por el peso del sufrimiento, hasta el punto de hacerle sudar sangre. Jesús se nos muestra en una actitud de ferviente oración al Padre.
La primitiva imagen de Jesús fue realizada en 1612 por el escultor Juan Leal, del que se conocen pocos detalles, salvo que en el libro del Patronato queda registrado como autor de la imagen en el año citado. Esta imagen fue sustituida en el año 1913, debido al mal estado en su encontraba, por otra del escultor murciano Manuel López-Guillen Soriano. En el año 1952, le es encargada, por el Ilustre Patronato de la Santa Vera Cruz, al escultor afincado en Ávila, D. Antonio Arenas Martínez, Director de la Escuela de Artes y Oficios de Ávila, la figura de un Ángel, que es incorporado al paso, formando grupo escultórico. A la imagen del Ángel la definen como “tan hermosa obra maravilla tanto la concepción del momento como el estudio de líneas y perfiles, y aplicación del colorido”.
Hasta la incorporación del Ángel, la figura de Jesús siempre salió en solitario, siendo uno de los primeros pasos en incorporarse a la procesión de “los Pasos”, en un principio escoltado por los cofrades de la Santa Vera Cruz y posteriormente por los hermanos de la Cofradía de Hortelanos de la Oración en el Huerto del convento de San Francisco, hasta el año 1729, pasando nuevamente a ser escoltada por los hermanos del Patronato de la Santa Vera Cruz, tal como se sigue haciendo actualmente. Durante varios años también desfiló en la procesión general de viernes Santo. Actualmente la imagen de Jesús se encuentra en la capilla de Anaya, en el claustro de la catedral de Ávila