La imagen fue realizada en Florencia hacia 1450 en el taller de Lucca de la Robbia, escultor florentino del siglo XV, que puso de moda las figuras decorativas de cerámica vidriada. Fue encargada por la madre del rey Fernando de Aragón y regalada a los Reyes Católicos en su matrimonio.
Es una talla de pequeño tamaño (60 centímetros de altura), entronizado en baldaquino dorado, posterior a la imagen, ya que se mandó realizar en el año 1565 para ennoblecer al Cristo. Fue llevado por los Reyes Católicos en sus batallas, de ahí el nombre que adquiere la imagen.
Se incorpora en el año 1952, cuando se funda una cofradía en su honor, a la Semana Santa abulense, saliendo ininterrumpidamente durante diez años, siendo sustituida por otra imagen de mayor tamaño y el mismo nombre. En el año 1987 vuelve a las procesiones de Semana Santa, haciendo el recorrido las dos imágenes en la misma procesión y a partir de 1989 lo hace en solitario en la noche del jueves Santo, en la procesión que sale a las 2 horas del convento de Mosén Rubí, acompañada de los cofrades de la Hermandad del Santísimo Cristo de las Batallas. No se encuentra al culto público, al estar instalada en el oratorio privado que tienen las Madres Dominicas del Convento de Mosén Rubí.