La cruz constituye inequívoco signo de identidad para cualquier cristiano, sabedor de sentirse seguidor de Cristo. Desde su trono, el Hijo de Dios padeció y murió, a la espera de la anunciada resurrección, y desde su trono, dignificó su maltrecha anatomía, confortada por el seguimiento y obediencia al Padre, en la esperanza depositada en la aludida salvación humana.
Esta cruz desnuda pertenece al siglo XVI y constituye el símbolo de la Hermandad, llamado por ella Ilustre Patronato de la Santa Vera Cruz. Desde su fundación abrió siempre la procesión de los “Pasos” del jueves Santo y fue conocida durante siglos como la “Cruz Verde”. Aparece desnuda, sin que prenda de ella el cuerpo de Cristo, ni el sudario; siempre fue elemento esencial de esta procesión de penitencia instituida para conmemorar la Pasión del Redentor.
Preside, junto al Santísimo Cristo de los Ajusticiados, la ermita del Humilladero, sede del Ilustre Patronato. Además de desfilar en la noche del jueves Santo, también lo hizo en la procesión general del viernes Santo, acompañada siempre de los hermanos del Patronato