La talla de la Virgen de las Lágrimas, es una escultura de 1,68 metros de altura, cubierta con un hermoso manto negro de 3,25 metros, coronada, y que en el año 1953 pasa a formar parte de la procesión de Nuestro Padre Jesús Nazareno de Medinaceli.
Desde su incorporación a esta procesión y hasta 1967 en que deja de participar en las procesiones de Semana Santa, iba acompañada de señoras y señoritas de la Venerable Orden Tercera de San Francisco, ataviadas con traje y velo negro o con negra mantilla española.
Con la refundación de la Archicofradía de la Real e Ilustre Esclavitud de Nuestro Padre Jesús Nazareno de Medinaceli en el año 1988, dos años más tarde, vuelve a incorporarse con esta Archicofradía con la que tantos años salió anteriormente, pero ahora ya, escoltada por los hermanos de la Archicofradía.
En su desfilar por las calles abulenses, un amplio velero ilumina su rostro, en el que se refleja el dolor por la Pasión de su Hijo; de sus ojos se deslizan finas lágrimas, que corren a través de sus mejillas. Durante el resto del año, se encuentra en el Museo de los Padres Franciscanos del convento de San Antonio.