Cierra el martes santo la procesión del “Miserere”, que organiza el Patronato de la Purísima Concepción, Santa María Magdalena y ánimas Benditas del Purgatorio, en el momento en que el martes deja paso al miércoles santo. En 1993 un grupo de abulenses decidió organizar una procesión penitencial, al estilo de aquellas que organizaron nuestros antepasados en 1540. La imagen elegida fue la de la Magdalena. Los hermanos de la procesión del Miserere salen de la iglesia de la Magdalena, en plena Plaza del Mercado Grande para dirigirse, entre carracas y cadenas, hasta la Ermita del Humilladero, donde espera el Real e Ilustre Patronato de la santa Vera cruz. como en otro tiempo hicieran, para sellar un acto de fraternidad.
Antes, en la calle de la cruz Vieja, suena una saeta a María Magdalena. Es el momento en que Santa María Magdalena se postra ante el Santísimo Cristo de los Ajusticiados y a la puerta de la ermita la coral Amicus Meus entona el canto del Miserere.
Momentos después se reinicia la procesión para volver al punto de partida y, ya dentro del templo, los hermanos rezan la oración de despedida y el coro pone con sus canciones el punto
final. Esta procesión, compuesta por muy pocos cofrades por “númerus clausus”, está considerada como una de las más austeras y castellana de todas las que desfilan durante la semana santa abulense.