Después de la anterior procesión, los penitentes de la Hermandad del Santísimo Cristo de las Batallas se dirigieron desde la Iglesia de San Pedro apóstol a la de Mosén rubí, donde les esperaba la imagen antigua del Santísimo Cristo de las Batallas, la que acompañó cinco siglos atrás a los reyes católicos en sus contiendas, para la segunda de las procesiones que organiza esta Hermandad. La “procesión de la madrugada”, es una de las más emblemáticas de nuestra semana santa y ha logrado mantener íntegramente las tradiciones de la semana santa castellana y abulense, con sus cofrades portando antorchas encendidas, con su silencio sepulcral tan solo roto por el arrastrar de las cruces y los tambores destemplados.