A la llegada al Calvario, Cristo es clavado en la cruz y colocado entre dos ladrones, crucificados también junto a Él. El sufrimiento de Cristo en la cruz es contemplado por su Madre y el discípulo amado. Antes de morir pronunciará unas palabras de amor y de perdón; en esta escena se intenta recoger aquellas palabras dirigidas a su Madre, a quien dice: “Mujer, ahí tienes a tu hijo”, y las que dirige al Apóstol San Juan: “Ahí tienes a tu Madre”, y que han dado el título a este paso: “La Tercera Palabra”. Due compuesto como grupo escultórico en 1964, año que se incorpora por vez primera a la Semana Santa Abulense el “Cristo de Anaya”

Es un grupo escultórico formado por tres figuras, que representa la escena del Calvario. En el centro, la figura de Cristo clavado en la cruz que es una obra atribuida al escultor Juan Bautista Vázquez “El Viejo” y fue encargada en el año 1589 por el canónigo D. Pedro Ordóñez Anaya para presidir la capilla que este fundo en el claustro de la Catedral abulense. Este Cristo es conocido como “El Cristo de Anaya”. Actualmente la capilla no está abierta al culto, pero la imagen se sigue conservando en ella. Aunque desfila en la procesión del jueves Santo, es una imagen cedida por los herederos del canónigo Pedro Ordóñez Anaya al Ilustre Patronato de la Santa Vera Cruz. Componen también el paso de la Tercera Palabra, como hemos comentado anteriormente, las imágenes de la Santísima Virgen y de San Juan, ambas propiedad del Ilustre Patronato de la Santa Veracruz.  Son imágenes de vestir talladas en el año 1913 por el escultor D. Manuel López-Guillen Soriano, que desde su adquisición, para sustituir a otras iguales que se encontraban muy deterioradas, han desfilado por separado, hasta que en el año 1959 se forma el citado grupo escultórico. Estas imágenes se encuentran en la Ermita de Humilladero y no están al culto. Este paso desfila en la procesión del jueves Santo

Pasa Jesús encerrado en prisión la noche del Jueves Santo a la espera de ser Juzgado. Poncio Pilatos dictará sentencia después de someterlo a la tortura de los azotes, en su intento de liberarle de la muerte, que consideraba injusta.

Esta imagen representa la escena que muestra a Jesús atado a la columna en la que ha recibido los azotes, cuya huella se manifiesta en su espalda ensangrentada, momentos antes de ser presentado al pueblo.

Es una talla realizada en el siglo XVI, obra del escultor Juan Vela y realizada para el lugar donde aún se encuentra al culto: La capilla de la Virgen de la Soterraña en la Basílica de San Vicente, según se conserva en los libros de fábrica de la citada iglesia, para la cual trabajo mucho este escultor, afincado en la Diócesis de Ávila donde también realizo importantes trabajos.

Desfila en la Semana Santa abulense desde el año 1990, acompañada por los hermanos del Ilustre Patronato de la Santa Vera Cruz.

La cruz constituye inequívoco signo de identidad para cualquier cristiano, sabedor de sentirse seguidor de Cristo. Desde su trono, el Hijo de Dios padeció y murió, a la espera de la anunciada resurrección, y desde su trono, dignificó su maltrecha anatomía, confortada por el seguimiento y obediencia al Padre, en la esperanza depositada en la aludida salvación humana.

Esta cruz desnuda pertenece al siglo XVI y constituye el símbolo de la Hermandad, llamado por ella Ilustre Patronato de la Santa Vera Cruz. Desde su fundación abrió siempre la procesión de los “Pasos” del jueves Santo y fue conocida durante siglos como la “Cruz Verde”. Aparece desnuda, sin que prenda de ella el cuerpo de Cristo, ni el sudario; siempre fue elemento esencial de esta procesión de penitencia instituida para conmemorar la Pasión del Redentor.

Preside, junto al Santísimo Cristo de los Ajusticiados, la ermita del Humilladero, sede del Ilustre Patronato. Además de desfilar en la noche del jueves Santo, también lo hizo en la procesión general del viernes Santo, acompañada siempre de los hermanos del Patronato